Jardín de Barretaguren
4 tradiciones en las bodas y su origen
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4 tradiciones en las bodas y su origen

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4 tradiciones en las bodas y su origen

Ya ha llegado el día del «¡sí, quiero!» y tanto los futuros contrayentes como su familia e invitados andan como locos ultimando los detalles para que todo salga perfecto: la novia ya tiene preparado algo azul, algo viejoalgo nuevo y algo prestado que llevar; el velo, colgado junto con el vestido de novia esperando a que llegue el momento de ser colocado; el padrino, asegurándose de que lleva las alianzas a buen recaudo y los invitados, preparando el arroz con el que celebrar la unión de la pareja. Pero, ¿por qué hacemos todas estas cosas? ¿Cuál es el origen de las tradiciones de las bodas? Si en un artículo anterior ya os contamos el motivo por el que al viaje posterior a la boda se le llama luna de miel, vamos hoy a descubrir unos cuantos secretos más del significado de estas costumbres.

1. Algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul

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La tradición dice que la novia debe de llevar una prenda nueva el día de su boda, normalmente el vestido. Diversas fuentes lo tiene claro: su origen es hacer un guiño a la nueva vida que emprende y a la nueva familia que se crea tras la unión y se asocia a felicidad y prosperidad.

En contraposición, llevar algo viejo significa que, aunque se crea una nueva familia, hay que seguir manteniendo los lazos de unión con lo anterior. Por eso, suele tratarse de una reliquia familiar, unos pendientes o alguna joya e, incluso, el velo con el que se casó alguna mujer de la familia.

Llevar algo prestado está relacionado con una superstición que dice que se puede atrapar la felicidad de alguien que es feliz en su matrimonio. Así, se suele llevar prestada alguna prenda de una íntima amiga.

El color azul simbolizaba el amor, la fidelidad y la pureza en el antiguo Israel (las novias llevaban una banda de ese color) y así continúa hasta nuestros días. Si bien muchas veces las novias han optado por ponerse una liga azul o algún detalle del vestido en este color, cada vez más se ve el azul en los ramos de novia e, incluso, en los casos de las novias más atrevidas, en los zapatos.

2. El velo de la novia

De todo lo que hemos leído sobre el origen del velo de la novia (que si era símbolo de pureza, de juventud, etc.), os contamos la historia que dice que, debido a que antiguamente las bodas eran pactadas entre familiares y a que los contrayentes no se conocían hasta el mismo momento de la celebración, se cubría a la novia con un velo para que el novio no pudiera verla hasta ya celebrada la unión, evitando así que saliera huyendo si la novia no le parecía lo suficientemente guapa. ¿Qué os parece? Nosotros todavía estamos asimilándolo…

También existe la versión que dice que las novias llevaban velo para protegerlas del mal de ojo de las mujeres que la veían ir hacia el altar ya que, debido a la envidia que sentían por ella, podían realizar algún tipo de hechizo sobre la futura esposa.

3. Las alianzas nupciales

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El intercambio de anillos en una boda se lleva a cabo desde antes del cristianismo y es una de las tradiciones más extendidas. Su origen es también curioso: en la época romana, los hombres llevaban un anillo con el sello de la familia y sellaban con él sus cartas y documentos. A la hora de contraer nupcias, el hombre entregaba un anillo similar al suyo a su mujer, simbolizando de esta manera la confianza que depositaba en su esposa: a partir de ese momento era ella la encargada de la custodia del menaje y alimentos familiares y era ella quien debía sellar arcones, cajones y resto de mobiliario para evitar los robos por parte de los esclavos.

Imagen: Carla Bonnet

4. Tirar arroz a la salida de la celebración

Esta tradición tiene que ver con Oriente, Marco Polo y los años de escasez en Occidente: si bien las novias de la época romana llevaban coronas de espigas de trigo y era tradición que se comieran unos pasteles de este cereal, los años de escasez en las cosechas hicieron que se cambiara el trigo por el arroz que, gracias a Marco Polo y a sus viajes por Oriente, se introdujo con éxito en Occidente y se asoció a la abundancia, la prosperidad y la fertilidad.

Esta es una de las costumbres que más se ha extendido a nivel mundial, aunque en los últimos años se va restringiendo su uso en muchos lugares. En Jardín de Barretaguren, por ejemplo, siempre os recomendamos que cambiéis el arroz por pétalos o, incluso, por pompas de jabón, que aportan mucho color y luminosidad a las fotografías de ese momento.

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